Trocaire 50 años

50 años de Trócaire: el reto de contrarrestar el cierre de espacios

Una conferencia de aniversario de la ONG irlandesa profundiza sobre la limitación de las libertades de la sociedad civil que afectan el trabajo humanitario en el mundo y cómo hacerles frente.

Por Claudia Caselli.

En ocasión de sus 50 años, el pasado 7 de septiembre, la ONG irlandesa Trócaire organizó una conferencia centrada en el cierre de espacios con una perspectiva de localización. En la conferencia se abordaron temáticas muy relevantes: las estrategias para tutelar actores del desarrollo y sociedad civil en contextos de cierres de espacios cívicos, cómo promover un cambio de poder y la localización hacia el Sur global.

Tanto la conferencia como las experiencias de los invitados nos ayudaron a ampliar nuestra perspectiva sobre cada uno de los contextos descritos. Por este motivo, valoramos las iniciativas de Trócaire, su voluntad es desafiar el sistema establecido y compartimos su lucha para sensibilizar temas que requieren una respuesta fuerte y conjunta de la comunidad internacional. Participamos en el evento y este es un breve resumen de lo que se conversó:

Para este intercambio, se contó con la participación de Fionnuala D. Ní Aoláin, Relatora Especial de la ONU por la promoción y protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales en la lucha contra el terrorismo; Claudia Paz y Paz, directora del Programa de Centroamérica y México del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional; Musa Kika, directora ejecutiva del Foro de ONG de Derechos Humanos de Zimbabue; y James Ngun Hre, director nacional de Karuna Mission Social Solidarity en Myanmar.

Experiencias directas con cierres de espacios

Para comenzar, Fionnuala Ní Aoláin dio testimonio del rol de las leyes en los cierres de espacios. A menudo las leyes se modifican para reducir las libertades de la sociedad civil, así como para limitar la acción y cerrar la voz de las ONG. Activistas y actores del desarrollo arriesgan sus vidas para apoyar a las poblaciones sin garantías para su seguridad. La situación parece ir empeorando y se estima que menos del 4% de la población global vive en sociedades con un espacio cívico realmente libre.

Por otro lado, Claudia Paz y Paz nos habló de la situación en Guatemala y de como todas las instituciones del Estado – también el poder judicial – apoyan y respaldan el autoritarismo estatal. La estrategia es cortar las libertades – como la libertad de expresión, asociación e intervención de actores del desarrollo – y para hacerlo se utilizan las leyes, como la ley de 2020 que ha restringido el funcionamiento de las organizaciones sociales.

A su turno, Musa Kika explicó el funcionamiento de la narrativa de propaganda. Esta apoya la acción limitadora de los gobiernos y sus leyes, que daña a la soberanía o los intereses nacionales, criminalizando la acción de la sociedad civil y actores del desarrollo con el fin de convencer a la opinión pública de que “algo habrán hecho”, y por ende es necesario reprimirla. Al mismo tiempo, Kika comentó que hay cada vez una menor inversión por parte de la cooperación internacional ante cierres de espacios: los donantes no se sienten seguros dando recursos a organizaciones amenazadas. La combinación de estos factores hace que la situación empeore rápidamente, sin medidas para evitar el cierre de espacios.

Más tarde, James Ngun Hre dio fe de la dificultad de acción en Myanmar: un territorio donde siguen creciendo las necesidades humanitarias. Hay muchas limitaciones para los actores del desarrollo, pues ni siquiera están autorizados a hablar de la necesidad de ayuda que requiere el país.

Varios caminos a explorar

¿Existe una solución para actuar en contextos tan complicados? No hay una respuesta única para todos los territorios. Sin embargo, existen estrategias para que la acción de las ONG sea mucho más eficaz. Fortalecer alianzas y redes nacionales e internacionales es fundamental para utilizar complementariamente nuestra acción: se requiere una respuesta fuerte de parte de la comunidad internacional, una que condene y sancione la violación de derechos humanos. Los pronunciamientos y las resoluciones de organismos internacionales son útiles para construir una narrativa alternativa y hacen que las poblaciones afectadas no se sientan abandonadas a su suerte. Pero, también la movilización es importante: la utilización de las redes sociales para llegar a un público distinto y joven puede aumentar la sensibilidad acerca del tema y provocar una reacción fuerte de la sociedad civil internacional.

La cooperación tiene mucho que cambiar. Se necesita reimaginar las ONG tradicionales para obtener una transformación del sector. Trócaire utiliza el modelo de power transition a nivel local: las organizaciones del territorio afectado son las que tienen menos limitaciones y más capacidad de acción, junto con sus conocimientos locales. Además, la confianza entre la comunidad y las organizaciones de la sociedad civil es clave, pues ambas se conocen mutuamente y se tiene que trabajar en base a esa confianza común. Apoyar y capacitar actores nacionales es imprescindible para tener un impacto importante donde hay un cierre, las locales tienen que liderar la agenda. Para que esto sea posible es necesario cambiar de una relación tradicional a una más innovadora que promueva la localización, así como impulsar a los donantes para que confíen en las capacidades de las organizaciones locales.

El proceso parece largo y difícil y hay una tendencia al desánimo: nada es suficiente, nada funciona. Los cambios no acontecen en un día, estamos conscientes de que hay muchos obstáculos en el camino. Sin embargo, en Sherwood creemos que cambiar es posible y que la cooperación internacional puede tener un rol fundamental en ello. Por esta razón seguimos investigando y analizando las mejores estrategias para que, un paso a la vez, se llegue a concretar aquel cambio que ahora parece irrealizable.

Además, el cierre de espacios es un tema que en The Sherwood Way también estamos profundizando. Hoy la democracia está amenazada por autocracias represivas que se van expandiendo rápidamente y siguen reduciendo el espacio de acción de la cooperación, limitando sus iniciativas y cerrando el contacto con la sociedad civil. La cooperación busca poner un freno a políticas represivas y apoyar las demandas de las poblaciones afectadas.

Por ello, trabajamos para ayudar a las ONG a ser versátiles y capaces de responder frente a cambios inesperados. En nuestra Red de Aprendizaje estamos trabajando con Trócaire y otras ONG analizando las estrategias para accionar en estos contextos imprevisibles. Consideramos que los enfoques de Trócaire ante el cierre de espacios y para cambios sistémicos pueden ser transformadores pues buscan un cambio real. Esta es una de las razones por las que continuamos trabajando juntos, para hacer que el objetivo se convierta en realidad.

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